El inicio de un divino recuerdo.
Entre las cálidas aguas de Bahía de Banderas y las exuberantes montañas de la Sierra Madre, se encuentra la ciudad de Puerto Vallarta. Durante años, este vibrante destino ha sido un santuario para nosotros, compartiendo un profundo amor por sus paisajes montañosos y el océano infinito.
La abuela de Ximena, Jan, ha llamado a Puerto Vallarta su hogar por más de 50 años. Actualmente vive en un tranquilo rancho alejado del bullicio del centro, donde nació la idea de nuestra Querida Raicilla.
El rancho, un lugar donde las flores silvestres siempre están florecientes y los animales deambulan libremente, es una fuente de paz y serenidad, donde familiares y amigos nos reunimos para compartir los momentos especiales de la vida, a menudo con un cóctel en la mano. El rancho es un suave recordatorio de desacelerar y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Inspirados por su magia y por el deseo de honrar la región, creamos Querida Raicilla.
La raicilla, aún desconocida para muchos, pero alabada localmente, ha esperado humildemente para llegar a las masas. Imaginamos una marca que encapsulara la esencia de Puerto Vallarta y el pueblo de El Tuito, donde prosperan los ricos sabores del agave.
De muchas maneras, Querida Raicilla es una continuación de nuestra historia, un homenaje al encantador pueblo donde crece y a los preciados momentos vividos en el rancho de Jan. Con cada botella, esperamos compartir la magia de Puerto Vallarta, invitando a otros a saborear el gusto por la tradición y la calidez de nuestros divinos recuerdos.
Ximena & Brendan.